El concepto de desarrollo sostenible tiene su origen en el informe de la Comisión de las Naciones Unidas de 1987 "Nuestro futuro común", también conocido como Informe Brundtland, y se basa en dos pilares principales. Por un lado, destacaba la importancia de la equidad intergeneracional, la noción de que nuestra generación debe utilizar los recursos de forma que no afecte al nivel de vida de las generaciones futuras. Por otro lado, el desarrollo sostenible tiene tres dimensiones, ya que no sólo afecta a la economía, sino también al medio ambiente y a la sociedad..
Desde la aparición del concepto, nuestra comprensión de la sostenibilidad ha evolucionado. No fue hasta 2015, con la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible por parte de las Naciones Unidas, cuando se definió un plan para lograr un futuro sostenible a escala mundial. En esta agenda se crearon 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como guía para que los 193 países miembros combatieran la pobreza y, al mismo tiempo, hicieran una distribución justa de los recursos del mundo. Desde entonces, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se ha convertido en la hoja de ruta más completa sobre cómo deben repartirse los recursos del mundo a través de un compromiso con la sostenibilidad económica, medioambiental y social.
Para lograr los tres, es necesaria la participación de los gobiernos, las empresas y la sociedad civil en la creación y aplicación de objetivos más ambiciosos. Además, los ODSestán interconectados y son interdependientes, por lo que deben considerarse de forma holística y no como objetivos separados.
En Dcycle queremos contribuir a la consecución de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Para cumplir estos objetivos, ayudamos a las empresas en su transformación hacia la sostenibilidad ambiental, estableciendo las bases para alcanzar los ODS 6,7,12,13,14 y 15. Conoce más sobre cómo lo hacemos aquí.
La base para crear ciudades y comunidades sostenibles es comprender el impacto medioambiental de nuestras acciones para poder tomar medidas para reducirlo.
Las empresas son un pilar de la economía y la sociedad. Es fundamental conocer su impacto para poder contribuir eficazmente al desarrollo sostenible. En Dcycle analizamos la huella de carbono de las empresas, teniendo en cuenta los diferentes aspectos que contribuyen a ella.
Además, los resultados obtenidos de este análisis permiten conocer los procesos más y menos contaminantes de la empresa y así establecer prioridades en la toma de decisiones estratégicas.
Para producir de forma responsable, es necesario conocer el impacto medioambiental de cada uno de nuestros productos y servicios. Por eso, en Dcycle analizamos el ciclo de vida de los productos desde la extracción de las materias primas hasta que llegan al consumidor final. Una vez conocido el impacto unitario, es imprescindible tomar medidas para reducirlo. Para conseguir esta reducción, la funcionalidad de diseño de la herramienta nos permite mejorar los productos existentes, modificando sus materiales, procesos y envases para comprobar su evolución.
Por otro lado, para garantizar un consumo responsable, es vital la comunicación y la educación de los consumidores. Esto se traduce en una mayor transparencia. Para ello, hay que compartir con los clientes los resultados medioambientales y las intenciones de mejora.
El objetivo de acción climática incluye las distintas acciones mencionadas anteriormente, así como todas las medidas para reducir y compensar el impacto medioambiental generado por la empresa. En el caso de la reducción del impacto, es fundamental establecer objetivos basados en datos concretos. Desde Dcycle se pueden crear objetivos de reducción basados en los Science Based Targets y en los KPI de la empresa. Por otro lado, para mitigar el impacto que aún no se ha reducido, se puede compensar para lograr el Cero Neto invirtiendo en proyectos de generación de energía renovable.