La huella de carbono mide la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que el ser humano produce de forma directa o indirecta, ya sea de forma individual, en su actividad diaria o a nivel empresarial. Estos gases que se acumulan en la atmósfera están asociados al efecto invernadero y, por tanto, son los principales impulsores del cambio climático. En otras palabras, la huella de carbono se refiere al impacto de las actividades humanas en el medio ambiente durante un periodo de tiempo determinado (normalmente un año) y se expresa en toneladas de CO2 equivalente generado. Conocer y analizar la huella de carbono es esencial en la lucha contra el cambio climático.
El aumento delas emisiones de gases de efecto invernadero está directamente relacionado con el cambio climático, ya que provoca el aumento del nivel del mar y de la temperatura global, lo que contribuye a las condiciones meteorológicas extremas, la extinción de especies y la propagación de enfermedades. Según datos del Banco Mundial, las emisiones de dióxido de carbono aumentaron un 60% entre 1990 y 2013, provocando aumento de la temperatura global de 0,8°C en comparación con la época preindustrial.Además, en 2019, las emisiones globales de GEI alcanzaron un récord sin precedentes y se estima que, de seguir así, durante este siglo alcanzaremos un aumento de la temperatura global de 3ºC.
Conocer la huella de carbono permite medir el nivel de sostenibilidad ambiental, al analizar el impacto que un individuo, empresa o producto tiene en el medio ambiente.
Calcular la huella de carbono es fundamental para conocer el impacto de nuestras actividades en el medio ambiente y así limitar las consecuencias del cambio climático. Además, medir la huella de carbono permite establecer diferentes medidas correctoras para su reducción ycompensación.
En otro post podrá saber más sobre nuestro propósito.