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Sostenibilidad
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¿Cómo se mide la huella de carbono?

Actualizado el
3 de mayo de 2023
¿Por qué es tan importante medir la huella de carbono?

La medición de la huella de carbono es esencial para reducir o eliminar el impacto ambiental negativo generado por productos, servicios o hábitos de consumo.

Este análisis ayuda a establecer objetivos para limitar las consecuencias del cambio climático y alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Además, los consumidores están cada vez más interesados en conocer el impacto medioambiental de los productos que utilizan, por lo que la medición de la huella de carbono permite a las empresas mejorar su relación con los consumidores a través de una mayor transparencia y comunicación medioambiental. Otros beneficios de la medición de la huella de carbono en el sector privado son la capacidad de identificar ahorros potenciales, prepararse para futuras legislaciones, mejorar la comunicación interna, establecer objetivos realistas yreforzar la imagen corporativa.

¿Cómo se mide la huella de carbono?

El primer paso al analizar la huella de carbono es establecer su alcance o límites.  

La huella de un individuo, empresa o producto no se mide de la misma manera que la huella de un país. Nos centraremos en el análisis de la huella de carbono de una empresa u organización.

Para medir la huella de carbono de una empresa, es necesario considerar si se miden las emisiones de GEI directas o indirectas. Las emisiones directas son las que se generan in situ y son controladas por la empresa. Mientras que las emisiones indirectas son las generadas fuera del sitio, controladas por otra organización, pero que son el resultado de las actividades de la empresa. Existen tres niveles de alcance a la hora de analizar la huella de carbono, teniendo en cuenta si se refiere a las emisiones directas o indirectas generadas por una empresa.

Alcance 1: Emisiones generadas directamente, como la maquinaria basada en combustibles fósiles o los vehículos propiedad de la organización, así como el aire acondicionado o las fugas de CH4.

Alcance 2: Emisiones indirectas resultantes de la energía adquirida para abastecer los establecimientos y procesos de una empresa.  

Alcance 3: Emisiones indirectas derivadas de las actividades de una empresa para producir sus productos y servicios, pero realizadas por terceros. Es decir, las que se han generado previamente, como el transporte de materias primas, combustibles o productos, así como los viajes de negocios. Estas emisiones son las más difíciles de calcular debido al gran número de proveedores y a la dificultad de rastrear su origen.

Hay diferentes metodologías utilizadas para calcular las emisiones y la huella de carbono, que varían en cuanto al alcance y el tipo de gases medidos. He aquí algunas de las más relevantes.

  • Protocolo GEI 

Metodología más utilizada a nivel internacional, empleada para calcular y comunicar la información de las emisiones de alcance 1, 2 y 3 (directas e indirectas). Permite la transparencia y reduce los costes en la elaboración de inventarios de GEI. También proporciona información para gestionar y reducir estas emisiones. El Protocolo de GEI no es una norma de verificación, sino que proporciona directrices para facilitar su cumplimiento.

Por su parte, la familia de normas ISO 14060 aporta claridad y coherencia en la cuantificación, el seguimiento, la notificación y la verificación de las emisiones y compensaciones de GEI. Además, la ISO representa una referencia mundial en materia de normas.  

  • UNE-EN ISO 14064-1:2019

Esta norma contiene los requisitos que deben seguirse en la elaboración y seguimiento de los inventarios de emisiones, incluida la selección de límites, fuentes emisoras o procesos de auditoría interna. Esta norma ya no permite medir únicamente los alcances 1 y 2, sino que proporciona una metodología para calcular las emisiones indirectas más significativas.  

  • UNE-EN ISO 14067:2019

Esta norma establece un conjunto de criterios, obligaciones y directrices para calcular la huella de carbono de un producto. Junto con el cálculo de la huella de carbono, permite comprender mejor el impacto generado por un producto. También facilita la adopción de las medidas necesarias para reducirla. La norma no es certificable, pero puede ser verificada por agentes autorizados.

Una vez conocidos el alcance y los límites operativos de las emisiones que se van a medir, el análisis de la huella de carbono consiste en recopilar datos de fuentes primarias o secundarias. Las fuentes primarias pueden proceder de la propia organización o de sus proveedores, y las secundarias pueden basarse en normalizaciones. Una vez recogidos todos los datos, el cálculo se realizará mediante el uso de una herramienta de cálculo, basada en una metodología que genere resultados precisos. La forma de medir la huella de carbono es a través de toneladas de CO2 equivalente (cantidad x factor de emisión).

Lo más importante a la hora de medir la huella de carbono es saber qué emisiones son las más relevantes para tu negocio y utilizar esta información para reducir, compensar o negativizar el impacto de nuestra actividad en el medio ambiente.  

Gracias por leer hasta aquí, si quieres saber más sobre cómo compensar tu huella de carbono puedes leer este otro post. 

 

 

 

 

 

 

 

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