En un mundo en el que cada vez se valora más la sostenibilidad y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, registrar la huella de carbono de una empresa es esencial.
¿Por qué es beneficioso para una empresa registrar su huella de carbono y su compensación? Por múltiples razones, que podemos definir en dos ámbitos: Cumplimiento normativo y beneficios operativos.
En cuanto al cumplimiento normativo, el registro de la huella de carbono empieza a ser obligatorio para muchas empresas para cumplir con las nuevas normativas y acuerdos internacionales, además de facilitar el acceso a incentivos y subvenciones que de otra forma no serían accesibles. Por último, los criterios medioambientales también se valoran en las licitaciones y pueden asegurarse puntos extra al contar con el registro.
También es importante destacar los beneficios operativos que una empresa obtiene al medir y compensar su huella de carbono. Uno de los principales beneficios es ver mejoras en la competitividad y reputación de la empresa al tener un mejor control sobre el impacto y el coste de sus operaciones, a la vez que genera un efecto reputacional positivo no sólo entre sus clientes sino también de cara a los proveedores.
Una empresa responsable con el medio ambiente también tiene la ventaja de identificar oportunidades de mejora. Tener un mejor control del impacto ambiental de sus procesos significa identificar áreas de eficiencia en las que se pueden reducir costes y mejorar los procesos.
El MITECO, antes conocido como Ministerio de Medio Ambiente, es responsable de las políticas estatales relativas al agua, las costas, el cambio climático, la prevención de la contaminación y la protección de la biodiversidad, entre otras. Su registro de la huella de carbono se creó para promover la lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero.
El registro de huella de carbono del MITECO nace gracias al Real Decreto 163/2014, de 14 de marzo, y ofrece la oportunidad de compensar la huella de carbono a través de proyectos forestales en España, con beneficios ambientales y sociales. Cada huella registrada debe ir acompañada de un plan de reducción y someterse a un proceso de evaluación para demostrar la reducción de emisiones.
El proceso de registro puede resumirse en 4 puntos principales:
Recopile información sobre el consumo de energía, el uso de combustible, los viajes de los empleados y otros factores relacionados con las emisiones. Utilice herramientas y metodologías reconocidas para calcular las emisiones de carbono de su empresa a partir de los datos recopilados. Registrar la huella de carbono y comprometerse a reducirla implica adherirse a los siguientes principios: El registro se centra en la huella de carbono de la organización. El umbral mínimo de inclusión cubre las emisiones de gases de efecto invernadero en los alcances 1 y 2. También se fomenta y puede registrarse la evaluación de las emisiones de alcance 3. Las emisiones de alcance 3 y las emisiones de alcance 1 y 2 (para las no PYME o PYME con emisiones de procesos) deben ser verificadas por una entidad externa independiente. Un plan de reducción de la huella de carbono es un requisito obligatorio.
Acceda a la plataforma oficial MITECO y regístrese como usuario. Facilite información sobre las emisiones de carbono de su empresa según las categorías especificadas. Cumplimente los informes requeridos y asegúrese de que los datos son exactos y verificables. Algunas empresas pueden optar por una verificación externa para aumentar su credibilidad. Al inscribirse, cada organización recibe un certificado de registro y un sello que permite conocer rápidamente su nivel de participación en el Registro: si ha calculado su huella, la ha reducido o la ha compensado, parcial o totalmente. También indica el año correspondiente a ese nivel de participación.
Utilizar los resultados del registro para establecer objetivos de reducción de emisiones y desarrollar un plan de acción para alcanzarlos.
Para que la compensación sea válida dentro del Registro, las toneladas de CO2 adquiridas deben proceder exclusivamente de proyectos inscritos en el Registro.
Se puede registrar una reducción de la huella de carbono cuando hay una tendencia decreciente de las emisiones relacionadas con la actividad de la organización. Para ello se establecen determinados criterios: La reducción en un año concreto implica el registro de las huellas de carbono de ese año y de los tres anteriores. Las emisiones se analizan en relación con un ratio que se obtiene dividiendo las emisiones por el índice de actividad definido por la organización. La media de ese ratio en los tres últimos años debe ser inferior a la media del trienio anterior.
Los proyectos de absorción también deben cumplir determinados requisitos: Deben pertenecer a una de estas dos categorías: reforestación en zonas que carecían de bosques a 31 de diciembre de 1989, o actuaciones en zonas forestales que hayan sido afectadas por incendios para restaurar la masa forestal. Deben estar situadas en territorio nacional. La unidad mínima de actuación es de 1 hectárea, con una cobertura de copas de al menos el 20% y una altura potencial de los árboles de 3 metros en su madurez. El proyecto debe tener una duración mínima de 30 años. Debe haberse ejecutado después de la temporada de plantación de 2012 - 2013. Debe elaborarse un plan de gestión en el que se detallen las acciones previstas. Las absorciones deben calcularse utilizando la calculadora del Registro.
La compensación sólo se registra cuando una organización con una huella de carbono registrada llega a un acuerdo con un proyecto de absorción con absorciones disponibles. No existe un mínimo obligatorio para la compensación de la huella de carbono ni un número máximo de proyectos a través de los cuales se pueda llevar a cabo la compensación.
La reducción de emisioneses un proceso continuo. Siga controlando y actualizando sus datos con regularidad.
Registrar la huella de carbono de su empresa con MITECO no es sólo una responsabilidad medioambiental, sino también una estrategia inteligente para el crecimiento sostenible y la mejora de la imagen corporativa. Los beneficios van más allá del mero cumplimiento legal, contribuyendo a un mundo más sano y resistente. Siguiendo los pasos adecuados, su empresa puede aprovechar al máximo esta oportunidad de liderar el camino hacia la sostenibilidad.